Conviértete en un stickfighter superio, 2a. Parte. La mentalidad de un luchador.
La manera en que emocionalmente interpretas el resultado de cada combate que realizas, es una representación interna de tu ser. Escucha atentamente lo que cada emoción te comunica. Cada combate te hace mejor no importando el resultado de la pelea. “Ganas o Aprendes, pero nunca pierdes”. El secreto está en cómo concibes el concepto de lo que es la derrota.
Mauricio Sánchez
La mentalidad de un luchador
La experiencia del contacto
Las Artes Marciales Filipinas son sistemas de combate altamente efectivos y probados en pelea real. Sin embargo han pasado por diversos cambios al salir de su lugar de origen, Filipinas. Muchos estilos e instructores las han convertido en deportes competitivos y técnicas floridas pero nada prácticas.
Antes de comentar sobre los elementos que envuelven un combate real con palos, quisiera distinguir algunos puntos que enmarcan el tipo de peleas de un Gathering of the Pack de los Dog Brothers.
La idea de combatir con palos a contacto pleno con una protección muy limitada puede parecer en primera instancia algo extremoso y brutal, pero el objetivo de este tipo de peleas es acercarnos a la realidad del combate, una realidad tanto física como emocional que nos lleve a reconocer nuestras verdaderas habilidades en combate y por otra parte a saber cómo funcionamos en momentos de mucha presión. Una pelea con palos es un momento de mucha adrenalina... en esa situación uno debe de tener la capacidad de controlar su agresividad para no tomar un golpe que sea demasiado contundente, entre otras cosas porque no existe un referee que intervenga cuando uno de los peleadores va perdiendo.
El hecho de que no exista un árbitro que dirija el combate es algo muy poderoso y los valores de esas peleas son totalmente distintos a los de las peleas clásicas. De ahí nuestro credo: “Una conciencia más alta a través de un contacto más duro”, el cual hace referencia a que cuando más intensa es la lucha mayor es la necesidad de una mente equilibrada que te impida causar el máximo daño a tu contrario. Sabemos que durante un combate se puede causar mucho daño, sobre todo cuando se tiene un palo en la mano, por ello no buscamos golpes que dañen permanentemente y una regla en las peleas del Gathering es no golpear al contrario que no esté en posibilidades de defenderse. Los valores que buscamos en nuestras peleas son parecidos al vínculo de unión que existe entre los miembros de una tribu, que se ayudan mutuamente en las artes de la guerra preparándose para defender su territorio, sus mujeres y sus hijos.
En contraste con las peleas clásicas deportivas de algunos sistemas de Kali, durante una pelea con palos a contacto real con protección limitada interviene un factor que hace que el enfrentamiento sea muy distinto; me refiero al factor dolor... la experiencia de sentir la ira del rattan en tu cuerpo es algo muy revelador, no solo en el nivel físico, sino también en el emocional. El dolor te hace más cauto, aunque es impresionante la cantidad de castigo que puede soportar el cuerpo en momentos de adrenalina.
Regresando a los elementos que intervienen en una pelea con palos, un aspecto importante es un buen desarrollo físico, ya que mientras en mejores condiciones físicas estemos, seremos capaces de soportar en mayor medida los golpes. Recordemos que el desarrollo de los atributos físicos (resistencia, velocidad, potencia, timing, etc...) son esenciales para que las técnicas sean funcionales. Ahora bien, un buen desarrollo físico debe ir acompañado de buenas habilidades de la movilidad del palo y un excelente footwork, así como buenos elementos tácticos... no es lo mismo hacer ejercicios de coordinación en sinawalli que pelear con palo doble.
Uno de los objetivos esenciales es la integración del binomio: “mayor adrenalina-mejor equilibrio emocional”, esto es lo queremos transmitir con nuestro credo: “Mientras más grande es la dicotomía más profunda es la transformación. Una conciencia más alta a través de un contacto más duro”. De esta forma pretendemos que esta experiencia se traslade a la vida cotidiana, y si en algún momento tenemos la necesidad de emplear nuestras habilidades marciales, esperamos hacerlo de una manera calmada, con nuestras emociones bajo control, que nos permita tanto un mejor juicio, como el mejor empleo de nuestras habilidades.
Pierdes o aprendes
Una parte importante de cómo funcionan nuestras emociones, es la manera en que interpretamos las experiencias que nos suceden. Bajo mi perspectiva, no existen experiencias buenas o malas, sino simplemente experiencias, y somos nosotros quienes las etiquetamos en buenas o malas. Eso debido a los paradigmas mentales que tenemos instalados a lo largo de nuestra vida y que se han convertido en tus hábitos cotidianos.
Hablando del aspecto combativo y las emociones, recordemos como desde la infancia nos inculcaron el concepto de ganar y perder. Nos dijeron que ganar era bueno y perder era malo. Que si ganabas recibirías un premio y si perdías quedabas fuera y sin reconocimiento de los demás, y en el peor de los casos, recibir críticas u ofensas… en fin, poco a poco en tu mente se formó el concepto de ganar y perder asociado con emociones agradables y desagradables, que te hacían sentir alegría cuando ganabas o tristeza y desanimo cuando perdías.
Regresando al tema de la mentalidad de un luchador, quiero compartirte un nuevo paradigma respecto al concepto de la derrota. Antes que nada quita de tu mente el concepto de perder. ¡Borra esa palabra de tu diccionario! ¡Deséchala! De aquí en adelante, “ganas o aprendes pero nunca pierdes”. La próxima vez que te enfrentes a un adversario que te haya superado, no pienses que perdiste. Aprendiste una valiosa lección, ya que tu adversario te hizo ver tus deficiencias para corregirlas y mejorar. Ahora ya sabes lo que debes trabajar (técnica, táctica, condición física, etc.).
Ganas y te superas cuando “pierdes”. Todo depende que cambies el concepto mental de lo
que hasta este momento concebías como derrota. Esa es una de las razones del por qué después de una pelea de nuestros Gatherings no levantamos la mano a ninguno de los combatientes, no se decreta ganador ni perdedor, simplemente nos damos un abrazo de amigos y agradecemos por la experiencia adquirida. Por supuesto, somos humanos, hay competencia y queremos ganar, pero sobre todo estamos ahí para superarnos y dar lo mejor de nosotros. La experiencia del Stickfighting es transformacional.
El enfrentar desafíos con adversarios de talla y habilidad mayor a la tuya te hará evolucionar. Encontrarte en aprietos durante una lucha, hace que saques lo mejor que hay dentro de ti. Te obliga a dar tu mejor esfuerzo, ya que sin crisis no hay desarrollo. “Recuerda que el carbón sometido a alta presión se convierte en diamante”.
Nunca más te sientas mal o pongas pretextos cuando te veas superado por un adversario. – ¡Me ganó porque andaba lastimado! ¡Perdí porque era más pesado que yo! – Si conoces tus deficiencias ya sean físicas o mentales, ponte a entrenar y supéralas. Eres un Guerrero, y un Guerrero no se conforma en la vida. Ve con todo a cumplir tus metas y sueños. Has lo que tengas que hacer para lograrlo. Qué mejor estímulo de crecimiento para un verdadero Guerrero, que la gente te diga: -¡No puedes, vas a perder! Así que míralos fijamente a los ojos y respóndeles - ¡Ya veremos!
Obsesiónate con mejorar tu desempeño no solo en combate, sino en todos los campos de tu vida. Aprende cosas nuevas, ponte desafíos, sal de tu zona de confort, has a un lado los miedos… es la filosofía que cultivamos en los estudiantes de SIC. No se trata solo de dar patadas y palazos, las técnicas son solo el vehículo que nos conduce por un camino de crecimiento personal. En SIC podemos ayudarte a alcanzar tus metas para convertirte en un eficiente stick figther y un auténtico Guerrero, no solo del Arte Marcial sino de la Vida. En SIC no entrenamos para ganar trofeos y medallas. El mejor premio es un cuerpo sano y de acero, una mente como el agua y un espíritu de diamante. Aprovecho la oportunidad para agradecer a mi Guro Marc Denny, líder y Fuerza Guía de los Dog Brothers por sus enseñanzas y experiencias compartidas.